Muchos clientes nos dicen que están pensando en buscar una casa para reformar y nos preguntan cuándo podrían entrar a vivir en ella si se la comprasen en ese momento. Es una pregunta lógica teniendo en cuenta que las fases son muchas y que probablemente hay que encajar la venta de una vivienda y la compra de otra para no quedarse “sin techo” en ningún momento. Hoy os definimos todo el proceso previo a la reforma con los plazos más habituales. Y en breve os contaremos las etapas más habituales sobre cómo reformamos una vivienda de segunda mano. Así que atentos a nuestras redes sociales porque os iremos informando sobre el lanzamiento de esta segunda parte.
Fase de búsqueda
Quizá ésta sea la fase más importante porque aquello que elijas tendrá unas características que no van a cambiar tras la reforma (ubicación, tamaño de las ventanas, orientación, superficie…) Por ello es muy importante tener claro lo que necesitas en la actualidad y a medio plazo, porque probablemente no cambies de vivienda en unos cuantos años. Hoy en día con internet tenemos acceso rápido y a cualquier hora a la mayor parte del mercado inmobiliario disponible, lo que hace que el proceso de búsqueda pueda ser más rápido sin depender tanto de un profesional que nos filtre y nos enseñe las opciones disponibles. Los plazos de esta fase dependen mucho del mercado en el momento y de las características que busques, pero lo normal es dedicar entre 8 y 10 semanas hasta que das con la vivienda perfecta.
Fase de negociación
La irrupción de internet en la compra-venta de viviendas ha facilitado el proceso, pero eso también ha hecho que las operaciones sean más rápidas , por eso no te puedes dormir… Es cierto que las viviendas que requieren una reforma integral no se venden tan rápido por la inversión posterior que requieren, pero cada vez más personas se decantan por esta opción por el ahorro económico que supone teniendo en cuenta que puedes elegir hasta el último detalle.
Antes de lanzar una oferta es importante saber lo que estamos comprando: si tiene cargas financieras, problemas de propiedad, taras constructivas, etc… Por eso recomendamos acudir al Registro de la Propiedad, al Catastro, al Ayuntamiento, pedir copia de la ITE o preguntar a algún vecino para averiguar su situación. Además, es muy importante comprobar que lo que vamos a ofrecer no esté por encima del mercado, para ello internet nos va a volver a echar una mano, pero si no siempre podemos pedir una tasación por nuestra cuenta. Por cierto, es en este punto donde ya tenemos que tener claro cómo vamos a pagar la vivienda y si es a través de una hipoteca la entidad bancaria casi debería estar elegida. Todo este proceso no debería durar más de 2 o 3 semanas, si no corremos el riesgo de que alguien se nos adelante.
Fase de compra-venta
Si hay un acuerdo entre vendedor y comprador lo primero es firmar un contrato de arras donde se señaliza una cantidad en concepto de “fianza” como reserva de la vivienda, así como una fecha límite para realizar la compraventa. En este plazo comprador y vendedor pueden desistir de la operación abonando a la otra parte las arras acordadas. Esta fase finaliza firmando las escrituras ante notario y formalizando la transacción. Normalmente entre el acuerdo y la firma final pasan unas 12 semanas, aunque a veces alguna de las partes tiene más o menos prisa para que la operación se realice dentro de un ejercicio fiscal o para hacerla coincidir con alguno de los plazos para la reforma que veremos más adelante.