Hace unos años se hizo viral esta imagen que ilustramos en la que se veía a un niño bañándose en una piscina improvisada en el balcón de su casa. En las últimas semanas, seguro que la habréis podido ver de nuevo en Twitter.
Últimamente la cantidad de clientes que tienen esta duda se ha multiplicado porque la incertidumbre de no saber si podremos disfrutar de la playa o las piscinas públicas este verano debido al COVID-19, ha disparado las ventas de piscinas de plástico.
Si al principio del “arresto domiciliario” nos confinamos viendo buen cine y posteriormente, nos imaginamos cómo sería el diseño de las viviendas del futuro, en esta ocasión, tratamos de arrojar luz sobre este dilema desde un punto de vista técnico.
El agua
Lo más importante es tener en cuenta lo que pesa el agua (más de lo que parece). Un cubo de 1 metro de lado lleno de agua pesa 1000kg. Por lo tanto, si vaciamos ese cubo y dejamos sólo 10cm de agua, tenemos 100kg en 1 metro cuadrado.
El peso
Lo segundo que hay que tener en cuenta es cuánto soporta el suelo de una planta intermedia de un edificio de viviendas. Según el Código Técnico de Edificación que está vigente en España:
«Las plantas de un edificio de viviendas tienen que estar preparadas para soportar 200kg de peso por metro cuadrado, aunque con los coeficientes de seguridad y dependiendo de la calidad de la construcción, podemos ser optimistas y pensar que resisten 300kg por metro cuadrado.»
Por lo tanto, si restamos el peso de los elementos constructivos (baldosas, recrecido de cemento, impermeabilizaciones, etc…) y el peso de una o dos personas que puedan coincidir en ese metro cuadrado al mismo tiempo, resulta que la lámina de agua no debería sobrepasar los 15cm…
¿A que ahora la foto del encabezamiento asusta un poco?
Nuestra recomendación es no colocar estos elementos en las plantas altas de un edificio en ningún caso. Todo lo que hemos expuesto es teórico y puede haber muchas variables que den lugar a sorpresas. Por ejemplo: Tu terraza tiene algún fallo en la armadura porque al verter el hormigón sin demasiado cuidado se juntaron las barras de acero de alguna esquina; la piscina está olvidada medio vacía, pero caen dos tormentas seguidas y se llena hasta el borde; tu hijo invita a sus amigos en tu ausencia y se juntan 10 personas para darse un chapuzón (y en vez de estar quietecitos remojándose se ponen a saltar).
No te la juegues, disfruta de tu piscina en tierra firme.