¿SATE o fachada ventilada? Claves para elegir el mejor sistema de rehabilitación energética para tu fachada

 

La rehabilitación energética: más que una mejora estética

Cada vez más comunidades de propietarios están tomando conciencia de que rehabilitar un edificio no es solo cuestión de estética, sino también de eficiencia energética, salud y ahorro a largo plazo y la única forma de que su edificio no pierda valor con el tiempo.

En España, más del 50% del parque de viviendas se construyó antes de los años 80, cuando no existían normativas claras sobre eficiencia energética. Como resultado, millones de edificios presentan un aislamiento térmico deficiente, lo que provoca un derroche constante de energía para mantener las viviendas calientes en invierno y frescas en verano.

Esto se traduce en facturas más elevadas, incomodidad en casa y una mayor huella ecológica.

La rehabilitación energética de fachadas es una de las soluciones más eficaces y rentables para reducir este problema. Mejora el confort, alarga la vida útil del edificio, revaloriza los inmuebles y, además, se puede financiar en parte con subvenciones públicas o deducciones fiscales.

Entre las soluciones más efectivas para rehabilitar energéticamente una fachada destacan dos sistemas: el SATE y la fachada ventilada. Ambos aíslan el edificio desde el exterior, pero lo hacen de manera diferente.

Vamos a explorar sus diferencias.

 

¿Qué es el SATE?

El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) consiste en colocar un material aislante (como EPS, lana mineral o corcho) adherido directamente a la fachada del edificio. Posteriormente, este aislamiento se recubre con varias capas de mortero y un acabado final decorativo.

Es como si al edificio le pusiéramos un abrigo térmico ceñido.

Ventajas del SATE:

  • Gran mejora energética: reduce significativamente la demanda de calefacción y refrigeración.
  • Sin pérdida de espacio interior: se instala por fuera, manteniendo intacta la superficie útil.
  • Ejecución relativamente rápida y económica.
  • Buena solución para fachadas lisas o sin grandes salientes.
  • Variedad de acabados y colores.

Inconvenientes del SATE:

  • Menor resistencia a golpes o impactos (aunque puede reforzarse con mallas y acabados especiales).
  • Limitaciones estéticas si se desea una fachada con volumen o texturas complejas.
  • No es ideal para climas muy húmedos si no se resuelven bien los encuentros y evacuaciones de agua.

 

¿Y qué es una fachada ventilada?

La fachada ventilada es un sistema más técnico y avanzado. Consiste en instalar una capa de aislamiento térmico sobre la fachada existente, separada de un revestimiento exterior mediante una cámara de aire ventilada. Este espacio permite la circulación del aire y facilita la evacuación de la humedad.

Es como si el edificio tuviera una segunda piel que respira. En este caso, el nuevo revestimiento se ancla a la fachada existente mediante una subestructura y acostumbra a ser un material de mayor nobleza tales como piedra, cerámica, aluminio o derivados de la madera.

Ventajas de la fachada ventilada:

  • Excelente aislamiento térmico y acústico.
  • Alta protección frente a la humedad y condensaciones gracias a la cámara de ventilación.
  • Durabilidad muy elevada: los materiales exteriores suelen ser resistentes y de larga vida útil.
  • Gran libertad de diseño arquitectónico: acabados modernos, elegantes y personalizados.
  • Menor necesidad de mantenimiento.

Inconvenientes de la fachada ventilada:

  • Coste más elevado que el SATE, tanto en materiales como en instalación.
  • Mayor espesor: la cámara de aire y subestructura hacen que sobresalga más.
  • Instalación más compleja, sobre todo en edificios con geometrías irregulares.
  • Mayor peso, obligando a una mayor resistencia de la fachada existente

 

Comparativa rápida entre SATE y fachada ventilada

 

Característica SATE Fachada ventilada
Aislamiento térmico Muy bueno Excelente
Protección frente a la humedad Buena (si se diseña bien) Muy alta
Resistencia a impactos Media Alta
Estética Variada, pero limitada Muy versátil y de alta gama
Coste económico Más económico Más caro
Facilidad de instalación Más rápida y sencilla Más compleja y técnica
Espacio ocupado en fachada Menor espesor Mayor espesor (por la cámara de aire)
Mantenimiento Bajo (aunque sensible a golpes) Muy bajo
Incremento de carga Baja Media (en algunos casos puede ser inviable)

¿Qué recomendamos desde Aktua Rehabilitación?

Desde Aktua Rehabilitación no recomendamos una única solución para todos los casos. Lo más importante es analizar cada edificio de forma individual, teniendo en cuenta su orientación, tipología, ubicación, presupuesto y objetivos.

De forma general:

  • El SATE es una excelente opción si se busca una mejora energética eficaz, económica y con obra relativamente rápida. Es ideal para edificios residenciales sin grandes condicionantes arquitectónicos, por esa razón nunca la recomendamos para fachadas singulares de cierta nobleza arquitectónica tales como fachadas de piedra o de ladrillo caravista, sin embargo, pueden ser una solución idónea para fachadas raseadas de patios interiores.
  • La fachada ventilada ofrece un extra de rendimiento, durabilidad y estética, y es más adecuada para entornos más exigentes, edificios de mayor categoría o zonas de alta humedad pudiendo realizarse diseños muy atrayentes desde el punto de vista estético.
  • En algunos casos ambos sistemas se pueden combinar perfectamente creando diseños muy atractivos dotando al edificio de la calidad de la fachada ventilada en los puntos más sensibles abaratando en el resto de la fachada para no disparar los costes de la rehabilitación

Ambos sistemas son compatibles con ayudas públicas del Plan de Recuperación Europeo y subvenciones de eficiencia energética para comunidades de propietarios.

En cual caso, el primer paso pasa por contratar los servicios de un arquitecto que realice un proyecto técnico que defina la nueva imagen del edificio dentro del presupuesto disponible a la vez que se encarga de solicitar la licencia de obras y la tramitación de las ayudas disponibles. Incluso desde el proyecto se pueden hacer planteamientos de fases de la rehabilitación y/o de financiación con el fin de conseguir una rehabilitación integral de las fachadas del edificio siempre con el objetivo de que el resultado final sea el más adecuado.

En resumen…

La rehabilitación energética de fachadas es una acción necesaria, urgente y rentable. No solo reduce el consumo energético y mejora el confort de quienes habitan el edificio, sino que contribuye a la sostenibilidad global y revaloriza nuestro patrimonio inmobiliario.

Tanto el SATE como la fachada ventilada ofrecen soluciones contrastadas y eficaces. Lo importante es elegir con criterio y para eso el primer paso debe ser contactar con unos técnicos especialistas en rehabilitación.

En Aktua Rehabilitación te ayudamos a tomar la mejor decisión para tu edificio, con asesoramiento técnico, acompañamiento en las ayudas y una ejecución profesional.

📞 ¿Hablamos? Analizamos tu caso sin compromiso.

Créditos fotografías:
-Fotografía izquierda (Sistema SATE): Obtenida de la web de Sika Group (www.sika.com).
-Fotografía derecha (Fachada ventilada): Obtenida de la web de Rockwool (www.rockwool.com).

 

La rehabilitación energética: más que una mejora estética

Cada vez más comunidades de propietarios están tomando conciencia de que rehabilitar un edificio no es solo cuestión de estética, sino también de eficiencia energética, salud y ahorro a largo plazo y la única forma de que su edificio no pierda valor con el tiempo.

En España, más del 50% del parque de viviendas se construyó antes de los años 80, cuando no existían normativas claras sobre eficiencia energética. Como resultado, millones de edificios presentan un aislamiento térmico deficiente, lo que provoca un derroche constante de energía para mantener las viviendas calientes en invierno y frescas en verano.

Esto se traduce en facturas más elevadas, incomodidad en casa y una mayor huella ecológica.

La rehabilitación energética de fachadas es una de las soluciones más eficaces y rentables para reducir este problema. Mejora el confort, alarga la vida útil del edificio, revaloriza los inmuebles y, además, se puede financiar en parte con subvenciones públicas o deducciones fiscales.

Entre las soluciones más efectivas para rehabilitar energéticamente una fachada destacan dos sistemas: el SATE y la fachada ventilada. Ambos aíslan el edificio desde el exterior, pero lo hacen de manera diferente.

Vamos a explorar sus diferencias.

 

¿Qué es el SATE?

El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) consiste en colocar un material aislante (como EPS, lana mineral o corcho) adherido directamente a la fachada del edificio. Posteriormente, este aislamiento se recubre con varias capas de mortero y un acabado final decorativo.

Es como si al edificio le pusiéramos un abrigo térmico ceñido.

Ventajas del SATE:

  • Gran mejora energética: reduce significativamente la demanda de calefacción y refrigeración.
  • Sin pérdida de espacio interior: se instala por fuera, manteniendo intacta la superficie útil.
  • Ejecución relativamente rápida y económica.
  • Buena solución para fachadas lisas o sin grandes salientes.
  • Variedad de acabados y colores.

Inconvenientes del SATE:

  • Menor resistencia a golpes o impactos (aunque puede reforzarse con mallas y acabados especiales).
  • Limitaciones estéticas si se desea una fachada con volumen o texturas complejas.
  • No es ideal para climas muy húmedos si no se resuelven bien los encuentros y evacuaciones de agua.

 

¿Y qué es una fachada ventilada?

La fachada ventilada es un sistema más técnico y avanzado. Consiste en instalar una capa de aislamiento térmico sobre la fachada existente, separada de un revestimiento exterior mediante una cámara de aire ventilada. Este espacio permite la circulación del aire y facilita la evacuación de la humedad.

Es como si el edificio tuviera una segunda piel que respira. En este caso, el nuevo revestimiento se ancla a la fachada existente mediante una subestructura y acostumbra a ser un material de mayor nobleza tales como piedra, cerámica, aluminio o derivados de la madera.

Ventajas de la fachada ventilada:

  • Excelente aislamiento térmico y acústico.
  • Alta protección frente a la humedad y condensaciones gracias a la cámara de ventilación.
  • Durabilidad muy elevada: los materiales exteriores suelen ser resistentes y de larga vida útil.
  • Gran libertad de diseño arquitectónico: acabados modernos, elegantes y personalizados.
  • Menor necesidad de mantenimiento.

Inconvenientes de la fachada ventilada:

  • Coste más elevado que el SATE, tanto en materiales como en instalación.
  • Mayor espesor: la cámara de aire y subestructura hacen que sobresalga más.
  • Instalación más compleja, sobre todo en edificios con geometrías irregulares.
  • Mayor peso, obligando a una mayor resistencia de la fachada existente

 

Comparativa rápida entre SATE y fachada ventilada

 

Característica SATE Fachada ventilada
Aislamiento térmico Muy bueno Excelente
Protección frente a la humedad Buena (si se diseña bien) Muy alta
Resistencia a impactos Media Alta
Estética Variada, pero limitada Muy versátil y de alta gama
Coste económico Más económico Más caro
Facilidad de instalación Más rápida y sencilla Más compleja y técnica
Espacio ocupado en fachada Menor espesor Mayor espesor (por la cámara de aire)
Mantenimiento Bajo (aunque sensible a golpes) Muy bajo
Incremento de carga Baja Media (en algunos casos puede ser inviable)

¿Qué recomendamos desde Aktua Rehabilitación?

Desde Aktua Rehabilitación no recomendamos una única solución para todos los casos. Lo más importante es analizar cada edificio de forma individual, teniendo en cuenta su orientación, tipología, ubicación, presupuesto y objetivos.

De forma general:

  • El SATE es una excelente opción si se busca una mejora energética eficaz, económica y con obra relativamente rápida. Es ideal para edificios residenciales sin grandes condicionantes arquitectónicos, por esa razón nunca la recomendamos para fachadas singulares de cierta nobleza arquitectónica tales como fachadas de piedra o de ladrillo caravista, sin embargo, pueden ser una solución idónea para fachadas raseadas de patios interiores.
  • La fachada ventilada ofrece un extra de rendimiento, durabilidad y estética, y es más adecuada para entornos más exigentes, edificios de mayor categoría o zonas de alta humedad pudiendo realizarse diseños muy atrayentes desde el punto de vista estético.
  • En algunos casos ambos sistemas se pueden combinar perfectamente creando diseños muy atractivos dotando al edificio de la calidad de la fachada ventilada en los puntos más sensibles abaratando en el resto de la fachada para no disparar los costes de la rehabilitación

Ambos sistemas son compatibles con ayudas públicas del Plan de Recuperación Europeo y subvenciones de eficiencia energética para comunidades de propietarios.

En cual caso, el primer paso pasa por contratar los servicios de un arquitecto que realice un proyecto técnico que defina la nueva imagen del edificio dentro del presupuesto disponible a la vez que se encarga de solicitar la licencia de obras y la tramitación de las ayudas disponibles. Incluso desde el proyecto se pueden hacer planteamientos de fases de la rehabilitación y/o de financiación con el fin de conseguir una rehabilitación integral de las fachadas del edificio siempre con el objetivo de que el resultado final sea el más adecuado.

En resumen…

La rehabilitación energética de fachadas es una acción necesaria, urgente y rentable. No solo reduce el consumo energético y mejora el confort de quienes habitan el edificio, sino que contribuye a la sostenibilidad global y revaloriza nuestro patrimonio inmobiliario.

Tanto el SATE como la fachada ventilada ofrecen soluciones contrastadas y eficaces. Lo importante es elegir con criterio y para eso el primer paso debe ser contactar con unos técnicos especialistas en rehabilitación.

En Aktua Rehabilitación te ayudamos a tomar la mejor decisión para tu edificio, con asesoramiento técnico, acompañamiento en las ayudas y una ejecución profesional.

📞 ¿Hablamos? Analizamos tu caso sin compromiso.

Créditos fotografías:
-Fotografía izquierda (Sistema SATE): Obtenida de la web de Sika Group (www.sika.com).
-Fotografía derecha (Fachada ventilada): Obtenida de la web de Rockwool (www.rockwool.com).

Nuestra opinión sobre el incendio de Campanar

Fuente: De Agspp – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=145739397

 

Se ha cumplido el primer aniversario del incendio del bloque residencial del barrio del Campanar en Valencia. El edificio de 138 viviendas ardió dejando 10 víctimas mortales, 15 heridos. En total, fueron 99 las familias y un total de 229 las personas que tuvieron que ser realojadas en otra zona de la ciudad. Las imágenes fueron estremecedoras. De hecho, en nuestra ciudad, las consultas sobre el estado de los edificios se han incrementado notablemente, lo hemos notado entre nuestros clientes. En este post vamos a intentar explicaros las razones técnicas de lo sucedido y por qué tenemos que estar tranquilos con las fachadas de nuestros edificios, lo de Valencia fue un caso excepcional.

 

Han surgido numerosas teorías buscando una explicación a la rápida propagación del incendio. En este artículo, que os recomendamos leer, ofrecen un punto de vista muy interesante de lo sucedido. Todo indica que los materiales que formaban el composite instalado como revestimiento junto con el sistema de fachada ventilada (efecto chimenea) es lo que provocó la rápida propagación del incendio. En las primeras hipótesis se barajó la posibilidad de que el tipo de aislante del edificio fuese inflamable (poliestireno, poliuretano,…) pero se ha demostrado que era lana de roca, un material incombustible.

Como os decíamos, lo sucedido en el edificio de Campanar es algo muy excepcional, ayudado por unas condiciones meteorológicas muy concretas. Ese edificio disponía de una licencia de obras de 2005 y se terminó en 2009, su construcción fue totalmente legal, pero en un momento en el que la normativa sobre fachadas ventiladas todavía era muy laxa porque no era un sistema constructivo habitual. A raíz del incendio de la torre Grenfell, en Londres, en 2017, esta normativa se revisó y se endureció en todo Europa, estableciendo limitaciones a todos los materiales no sólo en cuanto a combustibilidad sino también en cuanto a propagación de llama y emisión de humos; además se establecieron las directrices para la sectorización de los edificios por el exterior, precisamente para evitar el “salto” del fuego por las ventanas.

Debemos estar tranquilos con las fachadas ventiladas que proyectamos hoy en día, están preparadas para que un incendio en una zona del edificio no se propague por el exterior. Sin embargo, consideramos importante una revisión paulatina de aquellas fachadas que se construyeron hasta el 2017. En la mayor parte de ellas bastará con una revisión documental (fichas técnicas de los materiales disponibles en el Libro de Control de Calidad del proyecto). En algún caso será necesario ensayar los materiales, y quizá alguna de ellas requiera una intervención parcial para sectorizar o sustituir algún material. Intervenciones muy “baratas” si sirven para evitar o minimizar catástrofes como la de Campanar.

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